domingo, 24 de octubre de 2010

Se acerca Halloween y todo apunta a que un alto porcentaje de la población se ha propuesto atemorizar a mi delicada salud mental, tan impresionable e indefensa.

Creo que es una epidemia de mal gusto, pero no me atrevo a asegurarlo….al fin y al cabo, con la cantidad de mierda que se respira en la atmósfera madrileña no sería nada extraño que la mezcla entre contaminación y estupidez estuviera destruyendo neuronas a una velocidad de infarto.

Ahora vivo con el miedo a salir a la calle y encontrarme a todo el mundo vestido con lycra, estampados de leopardo y botas blancas. Es pensarlo y se me pone un nudo en la garganta…

Por más que pienso no consigo averiguar el motivo de tanta deficiencia social. Ayer, sin ir más lejos, pude ver con mis propios ojos a una perra (no humana, una perra de verdad, de las que ladran) con falda vaquera y sudadera de rayas… ¿Qué está pasando? Queréis matarme de un disgusto entre todos, ¿verdad?

Cada día se genera un nuevo trauma en mi interior, tengo miedo, MUCHO MIEDO.

Carné de "ciudadano de bien" por puntos YA. Por cada atentado al buen gusto estilístico, tres puntos menos, y aquí paz y después gloria.

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