Análisis de un estudiante en CEELO

CEELO: "Catastrófica etapa de exámenes lamentable y oficial"

Queda un mes para navidad y ya se nota en el ambiente. ¿El espíritu navideño? NO. Venga,por favor,¿no os llega el aroma? Efectivamente, no son castañas asadas, aquí empieza a oler a caca.

Llegan esas semanas de incertidumbre,nervios e insomnio: Exámenes "El retorno del crédito", esta vez con la colaboración especial de "Trabajos de mierda SA".

Procedamos a analizar el peculiar comportamiento de una víctima en CEELO.

Rasgos comunes:

-Irritabilidad

-Jaquecas

-Insomnio

-Ansiedad

-Depresiones. Rasgo diversificado en tres ramas:

1. Versión 1: "El mundo se acaba"
2. Versión 2: "Búsqueda de métodos de suicidio efectivos y rápidos"
3. Versión 3: "Replanteamiento de carrera y/o aspiraciones vitales"

-Nerviosismo

-Desarrollo de tics nerviosos desconocidos hasta el momento

-Ojeras

-Aspecto de vagabundo

-Mirada perdida

-Desorientación general

-Mareos

-Risa descontrolada con matices de bipolaridad

-Llantos complementarios al rasgo anterior

-Ganas de morir

-Ganas de beber de todo menos agua

-Ganas de ser iluminado por otra luz que no sea la del flexo

-Vocabulario soez

-Movimientos bruscos y arrítmicos

-Autolesiones y cortes superficiales

-Tez pálida

Frases y mentiras comunes:

-"¿Qué más da?Si yo me voy a junio,lo sé"

-"Me van a quedar mínimo tres"

-"Ah,¿pero que eso entraba? Buah,ya da igual, si voy al hoyo"

-"Esta vez me ha pillado el toro,pero el próximo cuatrimestre esto no me pasa,vamos,te lo digo"

-"Ésta estoy por abandonarla directamente,porque no me va a dar tiempo" (made in Rizos)

-"Me voy a rajar las venas"

-"Bueno,me voy a dormir,que me levanto en tres horas"

-"Mañana me dejo estudiados dos temas sí o sí"

-"Este fin de semana me tiene que cundir"

Por favor,si os encontráis con alguien que posea las características citadas anteriormente, es importante el seguimiento de las siguientes instrucciones:

-Evitar el contacto visual directo con el sujeto sospechoso de CEELO,puede sentirse amenazado

-Evitar cualquier tipo de contacto físico, pueden interpretarlo como una agresión directa a su persona

-Utilizar un tono de voz amigable y dulce, sin palabras o expresiones que puedan tener una connotación negativa,podría generarse una batalla dialéctica en la que acabarías perdiendo alguna parte de tu anatomía o tu propia dignidad.

-No compadecerse,repito,NO COMPADECERSE.Solo ellos pueden animarse entre sí y hablar de lo injusta que es su vida de estudiante.Cualquier comentario que intente darles ánimos puede ser interpretado como un "das pena",y de nuevo saldrías muy mal parado.

-Por último y no por ello menos importante,NO MENCIONAR PROBLEMAS AJENOS A LOS SUYOS,ningún robo,muerte,mutilación,bomba o embargo alcanzará el nivel de importancia que poseen sus exámenes.Nada de quitarle peso a sus estudios,pueden ser peligrosos,repito,PUEDEN SER PELIGROSOS.

En próximas entregas: "Análisis de un NiNi"

Había una vez un circo llamado EMA's

Cuando la música era música y el arte era arte, ser artista era algo más que empapar las bragas de quinceañeras y considerar que la puesta en escena 10 solo consiste en tener perfectamente alisado un flequillo que hace las veces de manta en las frías noches de invierno.

Cuando la música era música y el arte era arte, un buen videoclip era aquel que constituía una buena producción audiovisual y que resultaba el complemento perfecto para la canción en cuestión. Ahora un buen videoclip es aquel que inunda la pantalla de colores fluorescentes, pelucas artificiales, ositos de gominola y botes de nata colocados en las tetas de una mujer semi desnuda.

Cuando la música era música y el arte era arte, se premiaban las buenas ideas aunque se salieran de la norma: lo original, lo transgresor. Ahora, el número de estatuillas otorgadas en cualquier entrega de premios es directamente proporcional a la talla de sujetador de la susodicha o al número de músculos marcados en el abdomen del susodicho.

Cuando la música era música y el arte era arte, se veneraba a los iconos por excelencia, se les respetaba, se les alababa. Ahora, un intentodeperiodista de pacotilla se permite el lujo de menospreciar a la mujer que supuso el cambio por excelencia en el mundo musical en España, la diosa de La Movida, la mujer que ha liderado cuatro grupos de éxito. No sé, me gustaría ver a más de uno o una intentando argumentar algo en contra de la trayectoria de la señora Olvido Gara, seguro que me echaba unas risas escuchado soplapolleces.

Cuando la música era música y el arte era arte, se valoraba a los artistas por su calidad y no por los años que llevaran en un escenario o el número de niñatas que figuraran en su club de fans. A día de hoy, vale más caer en gracia que ser gracioso. Confundimos “entretener al rebaño” con “hacer MÚSICA”. Cientos de grupos buenos, buenísimos, llorando a algún productor de tres al cuarto para poder dar a conocer una canción y artistas de “renombre” en esto del mundillo renegando de sus raíces y actuando en directo como si de un mero trámite burocrático se tratase, emoción 0: “a mí me ponéis el playback, yo os muevo un poquito el culo y mañana me lo ingresáis en cuenta”.

Cuando la música era música y el arte era arte, se tenía un poquito de respeto y decoro por la memoria de los muertos. Ahora meamos en sus tumbas, destrozamos su legado, satirizamos con su pérdida. Dios mío, Kurt, John, Michael, Freddy… salid de ahí abajo y poned un poquito de orden, esto ha perdido cualquier razón lógica de ser.

Ella es música, es espectáculo, es ARTE. Ella es lo más transgresor y bizarro que ha parido la industria en muchos años. Le escueza a quien le escueza, sigue cerrando boquitas, pequeña.

1991 y lo que te rondaré, morena.

Rondamos ya los 19 y sabemos lo que es ser una generación mirada por un tuerto. Las ratas de laboratorio, los conejillos de indias de la educación española.

Sí, somos hijos de la LOGSE, la LOCE y la LOE. Ellas nunca fueron grandes madres, pero han sabido educarnos a hostias. Hemos sido de los primeros en probar Bolonia, ese “adorable” cóctel molotov, el "quieroynopuedo" por excelencia. Y lo más curioso de todo es que no hemos salido analfabetos, oye. Es más, un alto porcentaje, mucho mayor de lo que muchos creen, nos interesamos por saber, por empaparnos de todo.

Salimos hace un año del “cole” para meternos en esa especie de Auschwitz improvisado llamado Plan Bolonia, o más finamente “Espacio Europeo de Educación Superior”. Ahora nuestra vida se ha convertido en una ponderación continua, estamos jodidamente asfixiados en un mar de porcentajes donde la línea que separa la asistencia a clase y el aprobado es tan fina que prácticamente no existe.

“Ya verás, la universidad no tiene nada que ver”…. Sí, efectivamente, también somos una generación que ha crecido engañada. Siempre con promesas infundadas, presagios de algo que nunca llegaría: la idílica vida universitaria de las películas americanas. El pastel se descubrió cuando los trabajos grupales llegaron a nuestros días, a nuestras casas, a nuestros ordenadores y a nuestras más crueles pesadillas.

Tenemos algunos de los mayores traumas que pueda tener una persona: vimos a Carmen Sevilla presentar el Telecupón, a Tamara/Yurena/Ambar cantar el “No cambié” con Leonardo Dantés, Paco Porras y Tony Genil, al Padre Apeles en Moros y Cristianos, a Boris Izaguirre desnudo en Crónicas Marcianas, al Pozí vestido de folclórica, a Ana Obregón haciendo de niñera, a Yola Berrocal aumentando cada mes su talla de sujetador, a Carmen de Mairena y sus gestos lascivos, a los mayores despojos humanos que hayan podido pasar por “El Diario de Patricia”, a Marujita Díaz y Parada desnudos en su reportaje en un yate… Es pensarlo y el miedo me invade.

Pero ¿qué me dices si te digo esto?: hemos vivido las 12 ediciones de Gran Hermano, las 7 de Operación Triunfo y las 4 de Fama, todos los capítulos de Al salir de clase, Nada es para siempre, Siete Vidas, Aquí no hay quien viva, Los Simpsons, Padre de Familia… incluso recordamos vagamente Farmacia de guardia y Hostal Royal Manzanares. Tenemos nuestras estanterías llenas de los libros del Barco de Vapor, Harry Potter, El Señor de los Anillos, Memorias de Idhún  y la saga Crepúsculo al completo (sí, esa que molaba antes de convertirse en un pegajoso fenómeno adolescente).

En nuestra época los dibujos eran eso, dibujos. Oliver y Benji, Mazinger Z, Dragon Ball, Pokemon, Digimon, La banda del patio, Doraemon, El inspector Gadget… nada de Pocoyó y Tarta de Fresa, que así salen ahora los niños, deficientes.

No berreábamos por los Jonas Brothers ni alabábamos a Hanna Montana… siempre fuimos más del Príncipe de Bel Air y Steve Urkel.

Somos intemporales, veneramos La Movida de los 80 más que mismísima Alaska y nos sabemos el “Sufre Mamón” de pé a pá, que para algo estuvimos años ejercitando nuestra memoria con el listado completo de los Pokemon.

Hemos aguantado de todo, hemos sobrevivido y llevamos equipada una especie de coraza protectora que hace que no le tengamos miedo ni al mismísimo Voldemort. 

No somos de nadie, el futuro es nuestro. 

Solteras y fabulosas

Igual acabamos en una mecedora viendo telenovelas latinoamericanas, rodeadas de gatos y llorando a moco tendido porque Luis Alberto le ha roto el corazón a María Luisa y se ha ido con su hermana. Pero al menos habrá merecido la pena aprovechar nuestra en vida en cosas que realmente nos hacen felices y no en relaciones que no van a ninguna parte.

Vivimos rodeadas de parejas y siempre pensamos por qué nosotras no. La respuesta es fácil, la mayoría de esas parejas no llegarán juntas al próximo mes, y sí, lo estoy diciendo precisamente yo. Podéis llamarlo escepticismo, de hecho lo es. Cada día me gusta más ser soltera, adoro ser una Carrie más recorriendo el mundo aunque no sea subida en unos Louboutin.

No quiero tener que preocuparme por nada más que no sea qué ponerme cada mañana, prefiero discutir con mis ideas, y disfrutar mi tiempo con mis amigos. Puede que suene tremendamente egoísta, si es así, soy lo más egoísta que existe en el mundo.

No es que hayamos perdido la fe en los hombres, es que todavía creemos en los príncipes azules pero en esos que dejaron la capa hace tiempo para pasear por las calles de Madrid con las converses más viejas que tienen. Y mientras aparece prefiero seguir disfrutando de mi tiempo con las personas que realmente importan.

Tenemos 19 años y toda la vida por delante además ¿tú nos has visto?. Lo dicho solteras y fabulosas.